Las materias primas que utilizamos para elaborar nuestro compost son los subproductos derivados de la actividad ganadera y el invernadero:
Estiércol: con restos de cama de paja procedente de la ganadería de bovino. Comprende el 60%-70% de la mezcla.
Restos vegetales de tomate: Restos de poda, destríos y planta muerta procedentes del invernadero, que alberga unas 70.000 plantas por cada ciclo semestral. 25%-35%
Perlita: que se recicla para compostar después de su utilización como sustrato de cultivo.2,5%-5%
De esta manera, conseguimos cerrar un ciclo optimizado que no solo deja la mínima huella posible en el medio ambiente, sino que también le devuelve a éste gran parte de los insumos que han sido utilizados en el proceso, en forma de fertilizante orgánico.
El suministro contínuo y homogéneo de las materias primas nos ha permitido alcanzar un avanzado nivel de especialización en el proceso y la consecución de un compost natural de la máxima calidad, con muy pocas referencias similares en nuestro país.
El sistema de compostaje utilizado es en pilas volteadas, mediante volteadora mecánica. Durante todo el proceso, se lleva a cabo un permanente monitoreo de los parámetros esenciales para su correcto desarrollo, esencialmente temperatura, humedad y oxígeno.
Al mismo tiempo, se asegura la total destrucción de posibles patógenos y semillas de malas hierbas mediante una fase termófila en la que se alcanzan temperaturas próximas a los 70ºC.
Después de aproximadamente 180 días hasta la maduración y estabilización total del producto, el proceso llega a su fin. Como resultado, tenemos un compost higienizado, con un color negro parduzco y un olor a tierra húmeda característico.